En el universo de la salud digestiva, términos como prebióticos, probióticos y más recientemente, postbióticos, han tomado protagonismo. Cada uno juega un papel crucial en el mantenimiento y mejora de la microbiota intestinal, pero sus funciones y beneficios difieren significativamente.

1. Prebióticos: El Alimento para las buenas bacterias

Los prebióticos son compuestos no digeribles que actúan como alimento para las bacterias beneficiosas que ya residen en el intestino. Su función principal es estimular el crecimiento y actividad de estas bacterias, promoviendo así un equilibrio saludable en la microbiota. Fuentes comunes de prebióticos incluyen la inulina presente en alimentos como el ajo, cebolla y plátanos.

2. Probióticos: Reforzando con bacterias beneficiosas

Los probióticos son microorganismos vivos, generalmente cepas de bacterias y levaduras, que ofrecen beneficios para la salud cuando se consumen en cantidades adecuadas. Estas cepas introducidas, como Lactobacillus y Bifidobacterium, buscan establecerse y fortalecer la flora intestinal, contribuyendo a la digestión y protegiendo contra bacterias perjudiciales. Y aunque son una adición positiva, deben tenerse en cuenta los desafíos, como su vulnerabilidad ante los ácidos estomacales y la necesidad de refrigeración.

3. Postbióticos: El resultado beneficioso de la fermentación

Los postbióticos son los productos metabólicos resultantes de la fermentación de probióticos en el intestino. Son sustancias beneficiosas como ácidos grasos de cadena corta (AGCC), bacteriocinas y otros metabolitos que contribuyen a la salud intestinal. Aquí es donde las cepas únicas de Fortebióticos, como Lactiplantibacillus plantarum CECT9608 y Lacticaseibacillus paracasei CECT9610, entran en juego. Su capacidad para producir postbióticos específicos, respaldada por investigaciones y ensayos clínicos, representa una innovación que va más allá de los probióticos convencionales.

Ventajas de las Cepas Postbióticas Únicas de Fortebióticos:

  • Estabilidad: Las cepas postbióticas no requieren condiciones especiales de almacenamiento y son resistentes a los ácidos estomacales, asegurando su llegada efectiva al intestino.

  • Efecto Antimicrobiano: Los postbióticos, como las bacteriocinas, tienen propiedades antibacterianas que pueden ayudar a combatir patógenos perjudiciales en el intestino.

  • Mejora de la Microbiota: La fermentación por estas cepas produce AGCC, que no solo mejoran la salud intestinal, sino que también influyen positivamente en el sistema inmunológico y otros aspectos del bienestar animal.

En resumen, mientras que prebióticos y probióticos han sido piezas clave en la promoción de la salud digestiva, los postbióticos representan la siguiente frontera. Las cepas exclusivas de Fortebióticos ofrecen una solución avanzada y respaldada científicamente para mejorar la microbiota y la salud general de nuestras mascotas. ¡Descubre la evolución en el cuidado de la salud animal con Fortebióticos! 🌿🐾