¿Has oído hablar de los postbióticos pero no tienes claro qué son ni cómo pueden beneficiar a tu perro o gato? No estás solo. Cada vez más veterinarios los recomiendan para reforzar la salud intestinal y el sistema inmunológico de los animales. En este artículo resolvemos las dudas más frecuentes: qué son, cómo se administran, en qué casos están indicados y por qué son una revolución en el cuidado de la salud de nuestros peludos.
Los postbióticos son compuestos funcionales derivados de la fermentación de bacterias beneficiosas (probióticos). A diferencia de estos, no contienen microorganismos vivos, lo que los hace más seguros, estables y eficaces, especialmente en animales con el sistema inmune comprometido o en épocas de calor.
Contienen sustancias como ácidos orgánicos, péptidos, enzimas, polisacáridos y otros metabolitos que:
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Mejoran la salud intestinal.
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Regulan la respuesta inmune.
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Tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
¿Qué beneficios tienen los postbióticos para perros y gatos?
✔ Refuerzan el sistema inmunitario.
✔ Ayudan a restaurar el equilibrio intestinal.
✔ Mejoran la absorción de nutrientes.
✔ Reducen inflamación crónica en patologías como IBD (enfermedad inflamatoria intestinal).
✔ Son seguros incluso en animales mayores o convalecientes.
✔ No requieren cadena de frío, pero pueden conservarse en nevera.
¿Cuándo es recomendable dar postbióticos a mi peludo?
Los postbióticos son útiles tanto como tratamiento de apoyo como de forma preventiva. Se recomiendan especialmente en casos de:
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Diarreas recurrentes o sensibilidad digestiva.
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Enfermedades autoinmunes o inmunodepresión.
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Gatos con leucemia felina (FeLV) o FIV.
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Perros y gatos mayores, para mantener sus defensas activas.
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Cambios de estación, estrés, mudanzas o viajes.
Para animales sanos, es ideal hacer dos ciclos al año (por ejemplo, en primavera y otoño) como refuerzo.
¿Cuál es la dosis y cómo se administra?
📌 Dosis estándar:
1 gota por cada kilo de peso al día.
📌 En casos más complejos:
Se puede triplicar la dosis durante 7 días (por ejemplo, durante brotes de diarrea, inmunosupresión o recaídas digestivas), y después volver a la dosis estándar.
💡 Modo de uso:
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Verter directamente sobre la comida.
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O diluir en un poco de agua y administrar con jeringa.
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Evitar introducir directamente utensilios dentro del frasco para no contaminar el producto.
¿Cuánto tiempo se puede dar?
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En casos crónicos: uso continuado sin necesidad de descanso.
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En animales sanos: 1 a 3 meses por ciclo, dos veces al año.
Una vez abierto, el producto tiene una duración de hasta 6 meses, y se puede conservar a temperatura ambiente (por debajo de 25 °C) o en nevera durante los meses más cálidos.
Los postbióticos son una solución eficaz, segura y natural para cuidar la salud intestinal y reforzar las defensas de perros y gatos. Tanto si tu peludo tiene una patología como si simplemente quieres reforzar su bienestar, incorporar postbióticos a su rutina puede marcar una gran diferencia.